Desde los siglos XIV al XVI, el Palacio de San Apolinar fue residencia de cardenales, entre ellos Napoleón Orsini (alrededor de 1308), Pedro Luna (más tarde antipapa Benedicto XIII, 1394-1423), Branda Castiglioni, Guillermo de Estouteville. En 1495 el senescal de Belcari vivía allí.